Made in Argentina

No hay elegancia posible sin perfume . La frase es de Coco Chanel. Y se hacen eco las argentinas que siempre le dieron un lugar especial entre sus accesorios de belleza. ¿Quién no tiene una botella favorita para una ocasión especial?

Sin embargo, en los últimos años algo nuevo está pasando: cada vez se eligen más las fragancias nacionales. Tanto, que en los últimos cinco año la venta aumentó el 60% y los lanzamientos se multiplican temporada tras temporada.

¿Los motivos? Más de uno. La devaluación del dólar hizo que comprar perfumes importados, una práctica con cierto arraigo en los sectores medios y altos, dejara de ser tan accesible.

Esta situación alentó a que marcas de ropa, diseñadores y famosos se animaran a lanzar líneas propias, en sintonía con un fenómeno que ya se daba en el nivel mundial.

Así, la perfumería nacional se aggiornó con cócteles atractivos, persistentes y tan bien presentados que dieron origen a una categoría nueva dentro de este rubro: el producto semiselectivo o fragancias que cuestan entre $ 90 y $ 160 y que mantienen un muy buen equilibrio entre el precio y la calidad.

Atrás quedó el mito de que los perfumes nacionales son malos, y las nuevas consumidoras saben que cada vez pueden pedir más. Por eso, las marcas redoblan sus apuestas con últimas versiones (algunas ya suman en sus composiciones materiales absolutos) y completan sus líneas con body splash y cremas para el cuerpo. Y todo, made in Argentina.